PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010

PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010
BICENTENNIAL MILITARY ARMY OF CHILE 2010

REPORTAJES ESPECIALES E INFORMACIÓN ADICIONAL

domingo, 7 de noviembre de 2010

CRISIS EN AMERICA CENTRAL : DANIEL ORTEGA PROVOCA CONFLICTO CON COSTA RICA

  • La visita del secretario general de la OEA a Costa Rica y Nicaragua debe culminar en el retiro, sin negociación alguna, del Ejército de Nicaragua del suelo costarricense
  • Ortega debe detenerse en esta carrera enloquecida que daña a su pueblo, lo aísla internacionalmente y pretende afectar la convivencia fraternal entre dos pueblos
La Nacion.com
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llegó anoche a Costa Rica en compañía de Dante Caputo, ex canciller de Argentina, y de Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multidimensional de la OEA. Su cometido es entablar conversaciones hoy con la presidenta de la República, Laura Chinchilla, con el canciller costarricense, René Castro, y otros altos funcionarios del Gobierno, a fin de encontrar caminos de diálogo en procura de una solución del conflicto provocado por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con el asesoramiento pernicioso de Edén Pastora.
En esta introducción está planteada la posición del Gobierno de Costa Rica: se trata de una invasión militar contra el suelo costarricense y no de una discusión o divergencias sobre asuntos fronterizos o de otra índole. Esta es una visita exploratoria y de buenos oficios, en vista de la posición contumaz e ilegal de Daniel Ortega, expuesta en la sesión del Consejo Permanente de la OEA desde el miércoles pasado. No se trata, pues, de una negociación con el gobernante de Nicaragua. Esta gira del secretario general Insulza culminará con un informe al Consejo Permanente, de donde dimanarán, de acuerdo con sus conclusiones, otras acciones contempladas en el ordenamiento de la OEA y del derecho internacional.
No es nuestra intención ahondar en la panoplia de opciones o posibilidades que presentan el derecho internacional y la propia OEA. La posición de Costa Rica ha sido firme y transparente y su estrategia se circunscribe a los hechos, a la verdad, a nuestras tradiciones y a la buena fe, todo sustentado en el apoyo y en las convicciones de nuestro pueblo. Por ello nuestra actitud es concreta y comprensible, al contrario de la posición de Ortega y su Gobierno, conformada por un amasijo de mentiras, contradicciones, invenciones, falacias y exabruptos que, a limine, han desacreditado aún más al régimen de Ortega y ofendido la dignidad del pueblo nicaragüense. La patética declaración de Edén Pastora sobre la acogida de un mapa publicado en Google, como pretexto para “tomar decisiones militarese invadir el territorio costarricense, que, luego, esta empresa reputó incorrecto, representa uno de los hitos en la historia de la infamia y del ridículo mundial.
Todos los mapas científicos, aun los desplegados por Nicaragua en La Haya sobre la navegación, el comercio y el turismo en el río San Juan, le dan la razón a Costa Rica en materia de límites. Sin embargo, de pronto, un ser iluminado, Edén Pastora, ex-terrorista y ahora "experto en dragados", convenció a Daniel Ortega, su par, sobre la legitimidad de lo que la ciencia y los hechos niegan. De seguido, como era de esperar, Ortega amenaza con tocar las puertas de La Haya, mientras niega nuestras nobles tradiciones de paz, pone a sus acólitos a difamar a nuestro país y ordena al congreso nicaragüense realizar una sesión extraordinaria en la zona fronteriza con Costa Rica. Una comedia en varios actos que, cuanto más avanza, más verifica la sinrazón de Daniel Ortega y su postración mental.

Al final de la primera parte de este itinerario, ha quedado al descubierto la soledad de Daniel Ortega en Nicaragua y en el exterior, al mismo tiempo que ha resplandecido la razón en la posición expuesta por la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien, con la fuerza que confieren la verdad y el derecho, exige el retiro de los efectivos del Ejército de Nicaragua del territorio nacional. “En la serenidad –que confiere la verdad– está nuestra confianza”, decíamos en nuestro editorial del 3 de noviembre pasado.
Esta es la condición y el punto de partida, a la vez que, como nuestra Presidenta lo ha declarado, el compromiso ineludible que la OEA tiene en sus manos. La visita del secretario general Insulza y de sus asesores debe desembocar necesariamente y sin tardanza en los derechos invocados por Costa Rica. La sola duda o la ambigüedad en materia tan principal sentaría un precedente nefasto para la paz, el derecho y la seguridad, a la vez que la entronización del matonismo, la violencia, el fraude y el cinismo. He aquí una oportunidad magnífica para la OEA.

PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN: EN LA GUARIDA DEL ETARRA CUBILLAS EN VENEZUELA

Canoso, de mirada inquieta, estatura mediana y nariz puntiaguda. Arturo Cubillas Fontán es un hombre libre. Se mueve con soltura por las calles de Caracas, pero sus pasos son custodiados por un escolta motorizado que no duda en descubrir su «glock» ante la aproximación de cualquier sospechoso.
Imagen del interior de la pastelería «Dulces caprichos», donde nos encontramos a Cubillas. Curiosamente, el establecimiento, que según algunas fuentes podría ser de su propiedad, luce una bandera de España

El viernes por la mañana, mientras el Gobierno español formalizaba la solicitud de extradición del presunto terrorista –uno de los más buscados–, el ex etarra tomaba café y bocadillos criollos (torta de pan) junto a su abogado, Marino Alvarado, en un discreto y recién estrenado establecimiento de la avenida Universitaria, en la parroquia San Pedro, al sur de Caracas.
Compartían una mesa en la segunda planta del restaurante Pastelería Dulces Caprichos, donde debatían acerca de las estrategias que utilizarían el próximo martes durante la comparecencia de Cubillas ante el Ministerio Público venezolano. Evaluaban la posibilidad de no personarse, debido al incidente con las dos abogadas españolas que los asistirían.
La conversación fue alterada por la llegada de clientes inesperados al no muy concurrido local. Alvarado miraba con cautela a los visitantes, Cubillas se levantó de la mesa y caminó dos pasos en dirección a la escalera. Afuera, su guardaespaldas se apresuraba.

-¿Usted es Arturo Cubillas?
-¿Y tú quién eres? respondió con un marcado acento vasco, y se volvió hacia la mesa donde había estado sentado.
Miró al abogado y tras un gesto que mezclaba sorpresa, confusión y hastío, al advertir la presencia de periodistas, los dos hombres sonrieron. Quizás algo aliviados.

-¿Él es Arturo Cubillas?
La pregunta ahora estaba dirigida al abogado.
Alvarado, todavía con la expresión de desconcierto de quien se siente descubierto, asintió con la cabeza.
«Aquí me ves, soy un hombre de carne y hueso, normal», soltó Cubillas, abriendo los brazos con la intención de dejar ver su humanidad. Vestía pantalones vaqueros, franela roja –color utilizado casi como uniforme por los funcionarios del Gobierno de Chávez–, chaqueta negra y en su cuello colgaba un collar de cuero con una runa (piedra de simbología celta).Se despidió de su abogado y advirtió de que no haría declaraciones, y tampoco quería fotos. «Ya estoy ladillado de todo esto», dijo, utilizando una expresión muy venezolana que denota hastío, mientras su escolta desde abajo no perdía detalle de lo que ocurría.
A Cubillas se le vio bajar la escalera, pero no salir del local. El hombre que lo esperaba volvió a cubrir la pistola, que había dejado al desnudo minutos antes, y se alejó solo en la moto.
Desde hace 19 años, Arturo Cubillas vive en el mismo apartamento, en un edificio ubicado en el sector Valle Abajo de Los Chaguaramos, parroquia San Pedro. «Frente a la avenida Universitaria, junto a la iglesia San Pedro y la panadería Pan del Abuelo», es la dirección –sin nombre del edificio– que aparece en los registros de las oficinas gubernamentales de Venezuela.
Aunque no es un residente nuevo, es poco conocido por su nombre y antecedentes políticos entre los habitantes de la zona. Cubillas hace vida normal en el sector que concentra a una importante colonia española. Frecuenta los establecimientos cercanos a su vivienda, como el local en el que charlaba con su abogado, y la panadería Dallas, de mucha tradición en el barrio. Logra pasar inadvertido ante sus vecinos, pese a que siempre lleva al menos un escolta.


Medidas especiales
«¿Quién? ¿Cubillas, por aquí?», expresó con sorpresa la dependienta de uno de los tantos locales de repuestos mecánicos de la zona. Recordó que sólo ha visto medidas de seguridad especiales por la hermana del canciller, Nicolás Maduro, también vecina del barrio.

José Arturo Cubillas Fontán, como aparece en el Registro Electoral Permanente de Venezuela, vota en la mesa de 4 del Colegio San Pedro, situado junto a la iglesia que identifica a esta parroquia. Se inscribió en 2004 y desde entonces ha participado en todos los comicios que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela le permite, incluyendo las parlamentarias del pasado mes de septiembre. El arraigo de Cubillas en la zona donde reside como venezolano y su pasión culinaria lo habrían llevado a abrir un pequeño restaurante recientemente, según un conocido del ex cocinero del Centro Vasco. Sin embargo, Alvarado negó esta versión y recordó que hace unos años su cliente tuvo un pequeño restaurante en Parque Central, cerca del centro de Caracas, el cual cerró debido al incendio de la torre Oeste de este complejo comercial y residencial.
El abogado también explicó que el apartamento donde reside Cubillas es alquilado y desconoce si su cliente tiene vehículo propio, pues se desplaza en unidades oficiales de las instituciones del Estado para las cuales trabaja.
Todos los días, Arturo Cubillas atraviesa la ciudad para ir desde San Pedro hasta la sede del Instituto Nacional de Tierras, en Vista Alegre (al oeste de Caracas). Allí permanece toda la mañana y a mediodía se traslada a la Candelaria, en el centro de la capital, donde funcionan las oficinas del Ministerio de Agricultura y Tierras. Hace unos meses le asignaron el cargo de director de Seguridad de este despacho gubernamental y desde entonces se ocupa de ambas dependencias.
«Acostumbra a salir muy temprano por la mañana. Se cuida mucho y cambia de medio de transporte regularmente. Usa vehículos de doble tracción y motocicletas, pero prefiere desplazarse en estos últimos», comentó un ex compañero, quien describió al presunto terrorista como un hombre exigente en el trabajo, tranquilo, de pocos amigos y con una vida social discreta.

Expropiaciones
Las funciones de su cargo lo obligan a viajar por todo el país para visitar las distintas dependencias del INTI, organismo que se ocupa de las expropiaciones de tierras en Venezuela, y en cual trabaja desde 2008. «Él no participa directamente en las expropiaciones. Dirige la logística desde Caracas», explicó la fuente. También es responsable de la seguridad de los funcionarios que salen en las misiones a las provincias y del cuidado de las instalaciones, señaló Marino Alvarado.
Quienes han trabajado con él lo consideran, sin titubear, «un experto en el manejo de armas y explosivos». Su abogado asegura que «eso es totalmente incierto», pues Cubillas, de 45 años de edad, llegó a Venezuela cuando era un joven de 23 años. Sin embargo, no encontró explicación precisa al hecho de que su defendido ocupe un cargo destinado a personas con amplios conocimientos en estas lides.
Alvarado también negó la vinculación de Cubillas con la guerrilla colombiana. Algunos ex compañeros el vasco aseguran que «se ha reunido con miembros de las FARC en el fronterizo estado Zulia, a 520 kilómetros de Caracas». Hace unos años aparecieron vídeos que denunciaban encuentros similares en esa entidad de Gian Carlo Di Martino, entonces alcalde oficialista de Maracaibo, con el mismo grupo irregular.

Su abogado le pide que se exponga
Cubillas ha tratado por todos los medios, y lo ha logrado, –hasta estas páginas– mantener su imagen lejos de las cámaras, sin embargo su abogado intenta convencerlo para que se enfrente a la Prensa en los próximos días. La idea es desterrar de los medios toda «especulación» sobre actividades irregulares de Cubillas en Venezuela. Unas actividades que, por otra parte, confirmaron a este periódico diversos ex compañeros de trabajo del etarra que hablan de su gran conocimiento de «armas y explosivos».

Un barrio de clase media y académicos
El sector Valle Abajo de la parroquia San Pedro es un barrio de ciudadanos de clase media. Está adyacente a la Universidad Central de Venezuela –una de las más importantes del país– y por esta razón sus residentes han sido en su mayoría personas vinculadas a las actividades académicas, artísticas y culturales del país. También atrajo a una importante colonia de inmigrantes españoles, portugueses e italianos. San Pedro es una de las 22 parroquias que integran Caracas, capital de Venezuela. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) tenía una población de 62.641 habitantes en el año 2007.